Hotel Boutique Castillo Rojo Santiago de Chile

El Hotel Castillo Rojo fue diseñado en 1923 por el arquitecto Federico Bieregel, como hogar para Pedro Lehuedé y su familia.

A fines de 1940, el Castillo fue adquirido por Boris Krivoss, un inmigrante ruso quien lo transformó en una residencia para artistas y centro para el intercambio creativo y filosófico. De pintores a bailarinas, de músicos a cocineros, estos visitantes y arrendatarios fueron quienes le dieron al Castillo una atmósfera bohemia e inquietante.

A lo largo de todas sus encarnaciones, el Castillo Rojo ha sido un admirado ícono en Santiago, ilustrado en numerosos cuadros y pinturas de arquitectos y artistas. Hoy, renovado como hotel boutique de primer nivel, es destino seguro de cualquier viajero distinguido.

El icónico Castillo Rojo fue construido originalmente en 1923 y fue famoso como lugar de encuentro tanto para chilenos como para extranjeros.

En 2013 se le volvió a dar vida, pero esta vez como hotel boutique, con muebles originales de aquellos tiempos, chimeneas y trabajos en madera restaurada, con elementos de iluminación y diseño propios del estilo de los años 20.

Asimismo, el Hotel Castillo Rojo ofrece comodidad y lujos modernos, incluyendo 19 habitaciones climatizadas en forma individual, un bar y dos amenos restaurantes que abrirán en Mayo. Retroceda en el tiempo y viva el estilo elegante del Santiago de 1920.

Los arquitectos Jorge Ávila y Cecilia Wolff de Estudio A2 Arquitectos fueron los responsables de la renovación del Hotel Boutique Castillo Rojo, restaurando y adaptando las habitaciones originales de la casa para lograr funcionar como hotel de clase mundial. Asimismo, diseñaron los bellos terrenos—espacios abiertos, jardines y terrazas que bellamente interactúan con el barrio circundante. El Hotel Boutique Castillo Rojo hoy ha regresado a su distinción original como uno de los edificios más emblemáticos en Santiago.

En el Hotel Castillo Rojo cada habitación cuenta su propia historia. Basadas en la función de las distintas piezas y salones de la casa original, las habitaciones recuerdan el escritorio, la cocina, el comedor, la sala de música del castillo. Decoradas con una mezcla de diseño contemporáneo y piezas rescatadas de ferias y anticuarios cada habitación es una experiencia irrepetible. RECEPCIÓN 24 HORAS